Así Son Las Reglas Que Deben Cumplir Los Pequeños Miembros De La Realeza
La familia real tiene una larga lista de pequeños herederos, así como los hijos de Harry y William, que últimamente han ocupado los titulares de los principales periódicos británicos, así como del mundo, con situaciones inusuales y a menudo divertidas.
Los hijos de la realeza siempre se convierten en una gran atracción para el público, siendo adorados incluso antes de que lleguen al mundo. Muchos de ellos, sin embargo, no cuentan con la posibilidad de convertirse en reyes o reinas, pero aun así, deben seguir todas las reglas de la familia real.
Deben hablar varios idiomas
Los pequeños de la realeza deben seguir los pasos de los adultos. La verdad es que no existe una regla escrita pero si una costumbre. La Reina Elisabeth II hablaba francés desde que era pequeña además del inglés. Ya en España, el rey Felipe VI habla inglés, francés, alemán, euskera, catalán, gallego y, por supuesto, el castellano.
Los príncipes William y Harry hablan inglés, aunque se dice que el heredero tiene conocimientos limitados de español, francés y suahili. Ya las hijas del Rey Felipe VI hablan español, inglés, las lenguas cooficiales de España y ahora están aprendiendo árabe.
No pueden jugar con todos sus regalos
La familia real tiene unas normas, y una de ellas es que no se pueden quedar con todos los regalos que reciben, y mucho menos de personas desconocidas. Solamente con regalos sencillos como libros, flores y pequeños presentes por valor inferior a 150 euros.
Un dato curioso es que el príncipe George, recibió durante su primer año de vida más de 700 regalos y, claro, no se pudo quedar con todos ya que todos los regalos se reciben en nombre de la Reina.
Saludo formal
Se espera que los niños de la Familia Real se inclinen o hagan una reverencia a la Reina desde los cinco años, especialmente en eventos públicos. Los niños aprenden esto desde que son pequeños.
Existen varias formas de saludar no solo a la Reina sino también a otros miembros de la realeza, por lo que deben aprender el protocolo para cada miembro. La princesa Charlotte está libre, de momento, puesto que todavía es pequeña, pero después de los cinco, será obligatorio.
No pueden viajar con otros herederos
Una de los normas de la familia real, es que no pueden viajar juntos en el avión, barco o tren, pues en caso de accidente, los futuros herederos del trono morirían juntos.
Pero el príncipe William no se ha acostumbrado a esta regla. ¿A quién no le gusta viajar con sus pequeños hijos? Por lo que, se le ve a menudo viajando con sus hijos, no sin antes haber pedido permiso a la Reina Elisabeth II, que era quien tenía la última palabra.
No pueden ingerir alimentos industrializados
El exchef de la Reina, Darren McGrady, confesó que nunca vio a ningún miembro de la realeza consumir este tipo de alimentos. La razón, para qué iban a comerlos si disponen de más de 20 chefs profesionales a su disposición.
De acuerdo con la revista on line Town&Country, en Thomas’s Battersea de Londres, en la escuela a la que asiste el pequeño príncipe, preparan menús balanceados y nutritivos para las diferentes horas del día, aunque esto no les sale gratis, pagan la friolera de 2,279 dólares al mes , lo que suma unos 27.000 dólares anuales.
Nada de mariscos
Otra de las regla es que no pueden comer marisco fuera de casa por riesgo de intoxicación alimentaria. Charles y William son herederos directos del trono, y, debido a eso, ponen mucha atención a su salud y a lo que comen fuera de casa. Por lo que no pueden comer ni una ostra ni un mejillón fuera de casa.
Debido a estas precauciones, durante los viajes, los monarcas y sus hijos, tampoco pueden beber agua del grifo ya que una complicación intestinal, estropearía toda la agenda. El exchef McGrady contó que les encanta el McDonald,s pero que no pueden comer de ninguna de las maneras.
Los niños no pueden usar pantalones
Haga frio o lluvia, los niños de la realeza siempre tienen que llevar bermudas en todas las apariciones públicas. No es una cuestión de gustos, es una norma de la Casa Real , porque los shorts son una tradición entre los niños de clase alta de la aristocracia británica.
Los pantalones largos son para los chicos más mayores y los adultos. Aunque los tiempos están cambiando, los pantalones largos se consideran de una clase social media. Esta norma la tienen que cumplir hasta los ocho años.
Pasaportes para bebés
La única persona de la familia real que no tenía pasaporte era la Reina Elisabeth II, ya que estaba emitido a nombre de su majestad y contenía, en su primera página, una nota en la que se solicitaba, en nombre de reina, el ingreso del portador al país de destino, por lo que no tenía sentido.
La mayoría de los jefes de Estado no tienen que pasar por migraciones, pero en la realeza, ni siquiera los más pequeños, están exentos de sacarse el pasaporte. El príncipe George y la princesa Charlotte tienen sus propios pasaportes ya que ya han viajado bastante.
Nada de redes sociales
Tienen absolutamente prohibido el uso de las redes sociales. Esta es una norma que es muy difícil para niños, así ya veremos si en un futuro , cuando lleguen a la adolescencia, pueden continuar cumpliendo esta regla. Esto lo hacen para que ninguna de las informaciones de la Casa Real sea filtrada a la prensa.
La corona real tiene sus propia página web oficial, en la que, profesionales del medio, van publicando todos los eventos de una manera muy cuidadosa y eligiendo con atención cada foto que se publica.
Prohibido dar autógrafos o selfies
Los miembros de la familia real, pueden apretar las manos y saludar a las personas, pero lo que de ninguna de las maneras pueden hacer es tirarse una selfie o dar autógrafos. Esto último es para evitar que su firma sea falsificada.
Tirase fotos con los fans durante las visitas reales lleva mucho tiempo, por lo que hay una preferencia por la interacción personal y contacto visual . El príncipe Harry dijo una vez que las selfies no son buenas, de hecho, si alguien de la realeza se tira una selfie en su vida privada, se la guarda para ellos mismos.
No pueden jugar al Monopoly
Este es el juego preferido de muchos, pero en el Palacio de Buckingham está terminantemente prohibido. La Familia Real considera que el juego podría causar discusiones dentro de la familia pues se vuelve muy cruel.
Esta información se dio a conocer el 2008, cuando el príncipe Andrew visitó la sede de Albion Street de Leeds Building Society, una de las empresas de hipotecas y ahorros más importantes del mundo. Como regalo de bienvenida, le obsequiaron con el famoso juego de mesa, por lo que el monarca tuvo que rechazarlo.